Historia

 Historia Ortodoxa

 

La Iglesia católica apostólica ortodoxa es una comunidad cristiana, cuya antigüedad, según su tradición catolica, se remonta a Jesús y a los doce apóstoles, a través de una ininterrumpida sucesión apostólica. Es la tercera de las tres grandes iglesias o comunidades cristianas, después de la Iglesia catolica romana y el conjunto de iglesias protestantes

, y cuenta con más de 225 millones de fieles en todo el mundo.

 

La Iglesia ortodoxa se considera la heredera de todas las comunidades cristianas de la mitad oriental del Mediterráneo (esto lleva a ciertas tensiones con iglesias orientales unidas a Roma).  doctrina teológica se estableció en una serie de concilios, de los cuales los más importantes son los primeros siete concilios, llamados "ecuménicos", que tuvieron lugar entre los siglos IV y VIII. Tras varios desencuentros y conflictos, la Iglesia católica ortodoxa y la Iglesia catolica romana se separaron en el llamado "Cisma", el 16 de julio de 1054. El cristianismo ortodoxo se difundió por Europa oriental gracias al prestigio del Imperio Bizantino y a la labor de numerosos grupos misioneros.

En la actualidad, el cristianismo ortodoxo es la religión dominante en Bielorrusia, Bulgaria, Chipre, Georgia, Grecia, Montenegro, Moldavia, la República de Macedonia, Rusia, Rumania, Serbia y Ucrania. Hay comunidades grandes en Kazajistán (44% de la población), Letonia (35%), Bosnia-Herzegovina (31%), Estonia (25), Albania (20%), Kirguistán (20%), Líbano (10%),Uzbekistán (9%), Turkmenistán (9%), Croacia (4,4%), Lituania (4.1%), Uganda (4%) y Cisjordania. Debido a la emigración, existen también comunidades importantes en Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia.

La Iglesia ortodoxa está en realidad constituida por 15 iglesias autocéfalas, que sólo reconocen el poder de su propia autoridad jerárquica; por ejemplo, del Patriarca de  Alejandría, de Antioquía, de Constantinopla, etc.

 

 Salvación

 

Según los cristianos ortodoxos, el hombre fue creado en perfecta comunión con Dios, pero se alejó de Dios por el pecado. La salvación de las torturas infernales después de la muerte y el adquirimiento de la  se realizó por Jesucristo tras su Encarnación y la unión en Él de dos naturalezas: la divina y la humana, corrupta por el pecado original. Esa unión llevó a la transformación de la naturaleza humana en el proceso de Su resurrección. O sea, al pasar ese proceso gracias a la parte divina, la parte humana recibió nuevas cualidades que no podía adquirir por sí misma. Desde entonces todo ser humano lleva ese potencial de transformación y obtenimiento de la vida eterna que se revela, si cree que Jesucristo es el Salvador y sigue Su doctrina original expuesta en los trabajos de apóstoles, evangelistas y padres de la iglesia.

 
La Trinidad

 

La doctrina de la Iglesia ortodoxa, con respecto a la Trinidad, se encuentra resumida en el  Símbolo Niceno-Constantinopolitano. Los cristianos ortodoxos creen en un solo Dios, a la vez uno y trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, de una sola naturaleza e indivisible. La Santisima T son tres personas distintas e inconfundibles, cada una de las cuales es una hipóstasis de la Trinidad, que comparte una misma esencia, increada, inmaterial y eterna. Al explicar la relación de Dios con su Creación, los teólogos distinguen la esencia eterna de Dios de sus "energías increadas", aunque se advierte que dicha distinción es artificial y no hay división posible en Dios. Tanto las energías como la esencia son, de forma inseparable, Dios. La distinción es usada por los teólogos para explicar cómo Dios puede ser al mismo tiempo trascendente (su "esencia" se mantiene fuera e infinitamente distante de su creación) e inmanente, interviniendo en su creación (sus "energías increadas" interactúan con su creación). Es también en sus energías como llegamos a distinguir las tres personas de la Trinidad.

 

 

Tradición

 

La Iglesia ortodoxa, según su tradición, se considera la continuación de la iglesia  establecida por Jesús y sus apóstoles. La constancia e inmutabilidad de los dogmas de la doctrina cristiana original se consideran una de las virtudes principales de dicha iglesia. Se dice que es un cristianismo que se conservó intacto y entero desde los tiempos de Antigüedad. Se supone que cualquier cambio considerable de la doctrina se pueda hacerlo sólo por medio de convocar un Concilio Ecuménico, o sea de todo el mundo cristiano, una cosa no hecha en la Iglesia ortodoxa ya por muchos siglos desde los tiempos del Gran Cisma.

Al igual que la Iglesia Catolica romana, la Iglesia ortodoxa posee la autoridad de canonizar o beatificar. Cuando una que otra de las iglesias ortodoxas autocéfalas engruesa su santoral, ella obligatoriamente avisa sobre eso a todas las iglesias hermanadas.

Tanto como la Iglesia católica romana, la Iglesia católica ortodoxa considera suya toda la historia de la iglesia precismática. Por eso, la mayoría de los santos católicos precismáticos occidentales siguen siendo santos de la Iglesia ortodoxa, por ejemplo, santa Mónica, san Lorenzo, san Hermenegildo, etc.

 
 Jerarquía

 

 El cabeza de la iglesia en su totalidad se considera Jesucristo, mientras que los cabezas de las iglesias autocéfalas, Patriarcas, se tratan como iguales, pero respetando el honor del Patria de Constantinopl de ser el primus inter pares, el título que significa supremacía meramente simbólica. Esa igualdad diferencia la Iglesia católica ortodoxa, presidida por los Patriarcas, de la Iglesia cátolica romana, cuyo cabeza, el Papa, poseyó el título de primus inter pares antes del Gran Cisma.

El cargo Patriarca de constanstinopla patractualmente lo ocupa Bartolome l, siendo líder simbólico honorífico del mundo cristiano ortodoxo que también preside los concilios ecuménicos ortodoxos.

Las sedes de los Patriarcas, por su mayor parte, se encuentran en las capitales de los países, cuyas iglesias ortodoxas nacionales ellos presiden. La sede del Patriarca Ecumenico se encuentra en Constantinopla, o sea Estambul, Turquía, en el barrio de Fanar.

La aparición, o sea independización legítima, canónica, de una nueva Iglesia ortodoxa es posible sólo con su reconocimiento por los patriarcas vigentes de todas las iglesias ortodoxas hermanadas. Las Iglesias no reconocidas no se consideran parte de la comunión de iglesias ortodoxas canónicas herederas de la tradición apostólica y de la gracias de Dios, transmitida con una línea de los sacerdotes nunca interrumpida desde el día de Pentecostés.